Por Fabiola Martínez
Una mayor apertura en los medios de información y en el destape de archivos clasificados lograban hacer caer ciertas verdades como si se tratara del llamado efecto dominó y al gobierno cubanos le pegaba fuerte. ¿Qué sucedió?
Una tarde que me vi con Valeri, me comentó con cara de preocupación que habían llegado noticias de Cuba, informándoles que la CIA tenía información contundente en la que se revelaba las actividades del gobierno en el narcotráfico. Valeri se notaba confundido...
-Debe tratarse de un error, de alguna publicación amarillista, -le dije a Valeri.
-No, parece que todo es verdad.
-Bueno, ¿y con quién están haciendo narcotráfico?
-¿Cómo?
-Sí, hombre, con qué países.
-No, no, no, nada de eso, sólo es algo en el país.
-Mira, cuando se usa la palabra narcotráfico, se alude a toda o una parte de la larga cadena de participantes que hacen llegar la droga a los países ricos, donde hay dinero para pagarla.
-No, debes estar equivocada.
Al cabo de un par de semanas, quizás, los periódiquitos que llegaban a la URSS desde la Isla hablaban de encontrar la verdad al costo que fuera. No recuerdo cómo me enteré pero supe que la CIA o su gobierno dieron un ultimatum a Cuba para actuar sobre el tema, al parecer tenían más que pruebas de actividades ilícitas y Castro decidió tomar al toro por los cuernos, o mejor dicho, eligió montar todo un espectáculo para que la gente dejara de hablar y para mostrar al mundo que en la Isla se aplicaba justicia.
Pronto, "Juventud Rebelde" y "Granma" los dos periodiquitos nacionales, comenzaron a publicar y difundir los nombres de aquellos "traidores": el General Arnaldo Ochoa Sánchez, el Coronel Antonio de la Guardia, el capitán Jorge Martínez y Amado Padrón. No sé qué fue peor para Valeri, saber sobre el narcotráfico o ver implicados los nombres de tan destacados militares, sobre todo la del General Ochoa, quien por cierto, también se había cursado su educación superior en la URSS, como yo, quizás como tú.
Según las cartas que recibía Valeri y todos sus compañeros, el juicio fue televisado en cadena nacional y, la percepción general de la gente era que Ochoa no merecía morir, pues el General en todo momento sostuvo que él actuó según las órdenes que recibía. Valeri se obsesionó con el caso, comenzó a coleccionar cada periódico que llegaba y casi podría decirse que cargaba con ellos para demostrarle a los compañeros que preguntaban por la noticia, que en Cuba todo era perfecto. Como pueden ver en el enlace que comparto, los Castro montaron todo un espectáculo para protegerse y los espectadores actúan como monos amaestrados (en mi opinión), juzguen ustedes.
La cuestión era esta, Gorvachov fue claro con el gobierno de Cuba, la URSS no podía patrocinar más a la Isla y le recomendaba emprender sus reformas, porque el socialismo no podía seguir así. Cuando viví en Cuba me di cuenta que nada podía suceder sin que los vecinos militantes supieran e informaran a los Comités de Defensa Revolucionaria, y ellos a sus jefes y así. Por ello gran parte del pueblo le creyó a Ochoa, aunque lo hizo en su propio silencio.
Para cuando se celebró este famoso juicio, Hungría ya había implementado las PyME particulares y se encaminaba a celebrar, por primera vez, elecciones libres. Polonia también continuaba conduciendo su cambio, mientras que Valeri y sus compañeros se seguían cuidando hasta de sus pasos.
Mientras las angustias de Valeri me envolvían, Susi y otras amigas reclamaba mi falta de presencia y convivencia, y tenía razón, hacía tiempo que dejé de escribir a Diana Danzós y a muchos otros amigos porque invertía mucho tiempo en ese "noviazgo" que siempre pintó para mal.
Aún con el paso del tiempo no logro hacer un balance de mi vida de aquellos años, invertí tiempo y esfuerzo en algo y alguien que no lo valía. Lo único que lamento es haber dejado de convivir y conocer más sobre otras culturas. En este tema, me habría venido bien que en mi educación de casa (y por qué no, también de la escuela), me hubieran enseñado a sopesar más el valor de la amistad, de la lealtad a mí misma y a mis creencias. Aunque, por otro lado, estas experiencias, me enseñaron mucho sobre la existencia de diferentes "verdades" de la vida política.
Desde el año 2000 he publicado contenido para una asignatura que a muchas personas les parece de "relleno": Formación Cívica y Ética. En su primera versión, los programas de estudio no contemplaban enseñar al adolescente (público objetivo) lo que sucedía en su proceso de crecimiento y desarrollo. Mi coautor y yo decidimos que no era posible iniciar a un estudiante de secundaria en temas como la libertad y la igualdad, si no conoce sobre su proceso adolescente. Implementamos algunos temas que reforzaran ese aspecto, uno de ellos era la atracción sexual. Por fortuna cada vez que pudimos, integramos temas sobre el noviazgo y contenidos afines. Mi coautor y yo elaboramos el contenido con gran compromiso y con mucho amor (en ellos he podido capitalizar mi experiencia y ponerla en práctica).
En esta primera publicación del 2018, con mucho orgullo y satisfacción les comparto que mi coautor y yo seguimos trabajando juntos con nuevas propuestas y contenidos. Espero poder contar con buenas nuevas para compartirles.